Vicepresidente Pence abandona partido y reivindica respeto a himno y bandera
Jugadores afroamericanos de los 49's hincaron la rodilla al sonar el himno.
La crisis de las protestas de los jugadores de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) durante la entonación del himno nacional tuvo a un nuevo protagonista con el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, que decidió abandonar el partido en el que se encontraba en reivindicación del respeto que se merecen el himno nacional y la bandera del país.
La acción del Pence se dio cuando se encontraba en el Lucas Oil Stadium, de Indianápolis, donde juega el equipo local de los Colts, que se enfrentaban a los 49ers de San Francisco.
Nada más observar como los jugadores de los 49ers y de los Colts comenzaron a ponerse de rodillas mientras sonaba el himno nacional, Pence de inmediato abandonó el palco, donde se encontraba.
Por segunda semana en fila, los 49ers tuvieron más de 20 jugadores arrodillándose durante el himno con las manos sobre el corazón.
Algunos compañeros se pusieron atrás de los arrodillados con una mano sobre el hombro de los hincados y otro en el corazón, en todo un ritual que les mereció el abucheo de los aficionados.
Los 49ers tuvieron una conducta similar la semana pasada en Arizona en el partido que disputaron ante los Cardinals.
Mientras que los Colts utilizaron camisetas negras con las palabras "We Will" (Lo haremos) en el frente y "Stand for equality, justice, unity, respect, dialogue, opportunity" (Apoyo a la igualdad, justicia, unidad, respecto, diálogo, oportunidad) en la parte de atrás por segunda semana consecutiva. Los jugadores se quedaron con los brazos entrelazados durante el himno.
Pence tuiteó un comunicado en el que fue categórico al adelantar sus intenciones que no asistirá a ningún evento en el que no se respete a los soldados, bandera o himno del país.
Los jugadores de la NFL que se han manifestado durante el himno nacional desde la campaña pasada dijeron que protestan contra la brutalidad policiaca y racismo, no contra la bandera o el himno.
Las mismas comenzaron en agosto del 2016, cuando el exmariscal de campo de San Francisco, Colin Kaepernick, se sentó durante el himno en los duelos de pretemporada.
Kaepernick, que ahora no tiene equipo y quiere volver a la competición, ya ha adelantado que si llega a firmar con alguno no piensa ya para nada ponerse de rodilla ni hacer ningún tipo de protesta durante la entonación del himno nacional.
El pasado mes, el presidente republicano estadounidense Donald Trump, en un mitin con miembros de su partido, condenó las acciones de protesta y llamó a los jugadores que las secundan "hijos de puta" y pidiéndole a los fanáticos que abandonaran los estadios si veían que esto se repetía.
Además, ante las críticas del comisionado de la NFL, Roger Goodell, y algunos dueños por la manera como había tratado a los jugadores, Trump les respondió en Twitter que en lugar de responderle a él, lo que tenían que hacer era dejar el "miedo" que les tienen a los profesionales y despedir a todos los que ofendan al himno y la bandera.
El dueño de los Cowboys de Dallas, Jerry Jones, no ha hablado de despedir a nadie, pero ya esta noche después de la derrota que el equipo sufrió en su campo del AT&T Stadium ante los Packers de Green Bay (31-35) fue categórico al decir que a partir de ahora todo los jugadores que "falten al respeto al himno y la bandera" serán enviados al banquillo y no saldrán a competir.
Pence, antiguo gobernador de Indiana, formaba parte de la celebración organizada al exmariscal de campo, el legendario Peyton Manning, al que se le retiró su número 18 e inducido al Anillo de Honor de los Colts durante el duelo del domingo.
Alrededor de la NFL, al menos siete jugadores, de dos equipos, se hincaron durante el himno mientras que tres de Miami Dolphins y Rishard Matthews, de Tennessee Titans, se quedaron en el túnel o vestuario durante el himno.
Por su parte, George Atallah, asistente al director ejecutivo del Sindicato de Jugadores y director de asuntos externos reiteró en un Twitter que los profesionales estaban amparados por el derecho constitucional de la libertad de expresión.
Además que lo hacían en busca de un debate social que beneficie a todos en busca de soluciones a problemas reales que se dan dentro de la sociedad.
EFE